Linares, 28 de marzo. En una jornada marcada por la espiritualidad y la reflexión, nuestra comunidad educativa vivió un Buenos Días muy especial este jueves, congregando a estudiantes desde la educación pre-básica hasta la educación media, en una ceremonia que conmemoró la Última Cena de Jesús con sus discípulos y honró el invaluable servicio de nuestros sacerdotes salesianos en el Día del Sacerdote.
La celebración estuvo caracterizada por la bendición del pan y el vino, un acto que simboliza el compartir fraterno y la comunión, principios establecidos por Jesús durante la Última Cena. Este gesto no solo reforzó el sentido de comunidad y hermandad entre nuestros estudiantes y docentes, sino que también nos recordó la importancia de la solidaridad y el amor al prójimo, valores centrales de nuestra fe.
Un momento particularmente emotivo fue durante el Buenos Días de educación media, cuando el Padre Director Jorge Barrera Luengo replicó el gesto de Jesús lavando los pies a seis estudiantes de 4° medio. Este acto de humildad y servicio profundiza el mensaje de amor y compasión que Jesús enseñó, y resalta la importancia de servir a los demás, un pilar de las enseñanzas de Don Bosco y de nuestra misión como comunidad educativa salesiana.
La jornada también sirvió para rendir homenaje a nuestros queridos sacerdotes salesianos en el Día del Sacerdote, reconociendo su dedicación, guía espiritual y compromiso con la educación integral de nuestros estudiantes. Su labor diaria es un testimonio vivo de la misericordia y el amor de Dios, inspirándonos a seguir sus ejemplos de servicio desinteresado y entrega.
Esta celebración nos ha dejado valiosas lecciones sobre la humildad, el servicio, la fraternidad y el amor, invitándonos a incorporar estos valores en nuestro diario vivir. Recordamos que, como comunidad salesiana, estamos llamados a ser instrumentos de paz y amor en el mundo, siguiendo las huellas de Jesús y de nuestro fundador, Don Bosco.